Cobros de coimas o de «aportes de campaña» a prestadores del Estado; uso de fondos públicos para avisos proselitistas; denuncias por amenazas de muerte; compras con sobreprecios; arbitrariedad en el uso de canales oficiales; aumento del gasto público y clientelismo dominan desde hace cuatro días las primeras planas de los diarios locales.
Las elecciones del 17 del actual son tan atípicas que muchos se permiten imaginar a Tierra del Fuego como el primer distrito del país gobernado por ARI, la otra fórmula con posibilidades de llegar a la segunda vuelta.
Un antecedente, con la misma protagonista, alimenta el sueño. Fabiana Ríos, la candidata a gobernadora, le dio el primer triunfo electoral al ex partido de Elisa Carrió, cuando se impuso en los comicios de 2003 y fue elegida diputada nacional.
«Ríos no va a poder gobernar», «no tiene experiencia», «no tiene equipo», «los punteros del PJ, la UCR y el MPF que coparon la administración pública le van a hacer la vida imposible», son los comentarios que le siguen al «yo la votaría, pero…» de varios electores.
Para contrarrestar esta imagen, Ríos presentará mañana, junto con la rendición pública de los casi $ 100.000 gastados en la campaña, a los miembros nucleares del gabinete que nombrará en caso de una victoria.
«Habrá extrapartidarios y afiliados, pero todos honestos y reconocidos por la sociedad», prometió Ríos.
Cámara oculta
Las posibilidades de Ríos aumentaron después de que una filmación clandestina sorprendió al concejal del MPF, Pablo Wolaniuk, un estrecho colaborador del favorito para el ballottage, Jorge Garramuño, al cobrar $ 18.000 a una cooperativa. La Justicia deberá determinar si se trató de un cohecho o de una exacción ilegal.
Los partidos aún no dieron a conocer encuestas que midan el golpe político de este escándalo y redoblaron la campaña. Por estos días, la televisión estatal fueguina es una letanía de avisos con la imagen de los candidatos, en especial del FPV, que se presentan como «la fórmula en la que confía el Presidente».
El responsable de una agencia de publicidad consultado por LA NACION estimó que hasta el próximo 17 el oficialismo habrá gastado $ 1,4 millones sólo en los dos canales estatales, donde cada segundo cuesta $ 6. Una cifra similar habría invertido el kirchnerismo en otros medios: dos canales de cable, siete medios gráficos, 50 radios y sus producciones independientes, una docena de portales de Internet y propaganda estática en la vía pública.
En tanto, una usina de rumores sobre nuevas denuncias escandalosas gana las calles de Ushuaia y de Río Grande, las dos principales ciudades de la isla. Según la fuente, serán «dos o cuatro» las nuevas presentaciones contra funcionarios del municipio y del gobierno. A ellas se suman la ya presentada por el diputado kirchnerista Daniel Gallo contra el apoderado del partido ABC por exigirle $ 300.000 para inscribir su candidatura a gobernador por el Frente Popular Independiente.
Por otra parte, Ríos acusó a la candidata a vicegobernadora del FPV, la diputada kirchnerista Rosana Bertone, por «frenar la investigación del caso Skanska». Bertone preside la Comisión de Energía y Combustibles en la Cámara de Diputados. «Me pagan para legislar, no para investigar; no soy fiscal», intentó defenderse Bertone.
Por primera vez en Tierra del Fuego sólo tres fórmulas se disputan la gobernación. Ninguno de los candidatos es del PJ, que licuó la sigla en el FPV y cedió el máximo lugar a Cóccaro, un hombre del Partido Unión y Libertad (PUL).
Tampoco aspira a la gobernación un candidato de la UCR, aliado al MPF, a cambio del segundo lugar de la fórmula.
Por Silvio Bocchicchio
Para LA NACION
