Con la excusa de una supuesta reforma que revalorice la Educación, el proyecto tiene como pretensión final cercenar cualquier tipo de protesta de los educadores, desconociendo que el ejercicio del derecho a huelga es siempre la respuesta lógica a la falta real de inversión y abandono del Estado sobre la Educación Pública.
La Educación es un derecho social y, como tal, debe ser garantizada por el Estado en todas sus instancias. Declararla como un servicio es intentar equipararla con cualquier otra mercancía y someterla a la lógica del mercado.
Contra todo intento de desfinanciamiento y privatización de la Educación. Contra políticas tendientes a deteriorar las condiciones dignas de enseñar y aprender. Contra un nuevo intento por limitar nuestros derechos y los de nuestros niños y niñas, seguiremos luchando como lo hemos hecho a lo largo de nuestra historia.
No a la Educación como Servicio Esencial!