La Confederación General del Trabajo (CGT) convocó este jueves a un paro general de medio día para el 24 de enero, en protesta por el DNU y la ley ómnibus que envió el presidente Javier Milei al Congreso.
La medida se resolvió casi de manera unánime en el Comité Central Confederal, el máximo órgano ejecutivo de la CGT y del que participaron las regionales de todo el país. El 10 de enero habrá un plenario en el que se definirán detalles sobre la protesta, que contemplará una movilización al Congreso a partir de las 12 con la intención de poner otra vez a prueba el operativo antipiquetes que estableció la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Se sumarán al paro de la CGT las dos vertientes de la CTA y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). También participarán gremios identificados con la izquierda trotskista, como es el caso del Sindicato del Neumático o una rama de la Unión Ferroviaria.
Tras la manifestación del miércoles en Tribunales y el rechazo del amparo presentado ante la Justicia, los sindicatos dan un paso más en la elaboración de un plan de lucha contra las reformas laborales propuestas por el gobierno de La Libertad Avanza. El paro del 24 sería un día antes de cuando el oficialismo espera tratar en el Parlamento el mega proyecto de ley que envió el miércoles, con más de 1.000 artículos a reformular.
Según lo que trascendió de lo que ocurrió en la sede de la Confederación General del Trabajo los sindicalistas decidieron reclamar a la política, sobre todo a los sectores que no pertenecen a La Libertad Avanza, como el peronismo, los partidos provinciales, un sector del PRO y del radicalismo, «que actúen en favor de los trabajadores y de la sociedad, que es donde pasa el 100% del ajuste«.
La convocatoria al paro general confirma que la CGT está dispuesta a continuar avanzando en su pelea con el gobierno de Milei y que decidió abandonar la vía de negociación que había intentado lanzar el dirigente del sindicato de Comercio, Armando Cavalieri. Mientras los sindicatos estaban protestando frente al Palacio de Justicia, Cavalieri se reunió con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el secretario de Trabajo, Omar Yasín.
Por el contrario, se impuso la posición intransigente de Héctor Daer, uno de los secretarios generales de la CGT, de Omar Maturano, de La Fraternidad, y del bancario Sergio Palazzo, además del gremio de los empleados públicos, Andrés Rodríguez.
Y agregó: «Mientras que ayer nos estábamos movilizando apareció una ley ómnibus que atenta contra los jubilados. Quieren hacer desaparecer la fórmula jubilatoria con una inflación creciente. Como eso, otras tantas cosas: las privatizaciones, no cuidar el patrimonio de los argentinos«.
Pablo Moyano, otro de los jefes cegetistas, dijo que Milei «se caga en el Congreso» y prometió una marcha multitudinaria para el 24 de enero.
Puertas adentro del Gobierno le quitan dramatismo a la medida de fuerza de la central obrera y sostienen que los referentes gremiales están obligados a negociar. «No puede quedar como que el Gobierno gana y ellos pierden. Es política«, relativizó un funcionario del ala política de la flamante administración.
Por su parte, el diputado macrista Hernán Lombardi sostuvo: «Ahora se quieren despertar con un paro general los que durmieron durante los cuatro años en que destruyeron los sueldos y las jubilaciones».
Noticia en desarrollo…
El economista