A sólo 24 horas de que la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires presentara en la Legislatura un proyecto de ley para bajar el nivel de alcohol en sangre a cero en los conductores, ayer el Ministerio Público Fiscal dio a conocer el primer caso en lo que va del año de prisión para un conductor alcoholizado.
Se trata de una condena de ocho días de prisión efectiva para un conductor que por estar alcoholizado generó un choque múltiple en el Bajo Porteño. Según explicó el Ministerio Público Fiscal, el hombre al ser detenido contaba con 2,11 gramos de alcohol por litro en sangre, cuando la máxima es de 0,5. Ahora deberá cumplir su condena en la cárcel de contraventores en el barrio de Pompeya.
Mediante un juicio abreviado, el conductor asumió la responsabilidad de los hechos y aceptó la pena de prisión efectiva, que entrará en vigencia a fines de octubre. Asimismo deberá realizar un curso en la en Dirección General de Seguridad Vial de la Ciudad y hacerse cargo de las costas por el proceso.
Se trata del cuarto caso en la Ciudad de Buenos Aires, los otros tres ocurrieron todos en 2016. «Estas penas se tienen en cuenta para los casos que registran un elevado nivel de alcohol en sangre, para los casos más leves se suelen realizar probation, multas y hasta cursos de educación vial», explicaron a este diario desde el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.
Las penas contempladas en el artículo 114 del Código Contravencional establecen, según la gravedad del incidente, una multa de 200 a 2000 pesos o una pena de entre uno o diez días de cárcel.
La Ley vigente establece un máximo de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre para conductores de autos particulares y tolerancia cero para los que manejen vehículos de carga y transporte de pasajeros.
En agosto del año pasado, Villalba Diaz había conseguido por primera vez la pena máxima de diez días de prisión efectiva para un conductor alcoholizado. Se trató de un taxista de 30 años que perdió el control de su vehículo y terminó subido a la vereda en la intersección de Bernardo de Irigoyen y Moreno en el barrio de Monserrat.
Conducir con mayor nivel en sangre del permitido es la cuarta contravención más recurrente en la Ciudad de Buenos Aires (le sigue cuidacoches, ruidos molestos y hostigamientos). Sólo en 2016 se registró un total de 3812 casos de conductores alcoholizados, lo cual da un promedio que alerta: hay alrededor de un caso de alcoholemia positiva cada dos horas.
El barrio en donde más se registra esta falta es en Palermo ya que es una de las zonas con más boliches y bares. «El 52% de los casos relevados el año pasado se registraron allí, le sigue Belgrano con el 16% y Recoleta con el 7%», explicaron desde el Ministerio Público Fiscal.
Para la Defensoria de la Ciudad es clave la ley de alcoholemia cero. Es que en 2016 se contabilizaron 9.090 siniestros en los que 9.776 personas resultaron heridas y 66 fallecieron. Los motociclistas son el principal grupo de riesgo: representan el 42,4% del total de víctimas fatales in situ, y el 39,1% de los heridos. Si se agrupa la cantidad de víctimas por franja etaria, la población entre 20 y 39 años alcanza al 56,5% de las víctimas totales y representa el 48,6% de los fallecidos. En la mayoría de los accidentes el alcohol fue protagonista.