Acosta dijo que vienen de 10 años de lucha, donde el trabajo a fason les permitió un crecimiento interno, pero dentro de esa condición estuvo el interés por diversificar sus producciones y no depender solo de un trabajo a fason.
Después de mucho tiempo, de fabricar microondas, pudieron fabricar aspiradoras se hizo y eso permitió tomar más trabajadores, hasta llegar al 2005 donde montaran una línea de televisores LSD, que recién se puso en funcionamiento cuando se firmó un contrato por 11 mil televisores marca Talent con la empresa Conadir, que fueron fabricados en el año 2016.
Hasta ese momento se habían hecho experiencias con microondas, distintas fabricas hacían el chipeado de las placas y nunca habían tenido ningún problema.
El problema se suscitó a partir que la cooperativa busca un horizonte propio para fabricar los Smart Tv, y como prueba piloto se hizo una prueba de 586 unidades que tuvieron una recepción magnifica, se vendieron inmediatamente y quedaron más de 2000 personas en lista de espera, en promoción a 6500 pesos, por no tener carga impositiva, en ese momento aparece un nuevo cliente, la empresa Wal Mart, si aceptaban esa oferta, a mediados de octubre había que entregar todos los televisores. Allí comienza un trabajo de hormiga pidiendo cotizaciones en Ushuaia, entonces la empresa Ambasador Fueguina, “nos dijo que de ninguna manera nos iba a chipear esas placas porque no iba a potenciar el desarrollo de otros, new San nos pasó 36 dólares por plaqueta, cuando de origen cuestan 25 dólares.
De allí a pedir créditos, uno en el banco estatal que termino solicitando una hipoteca del edificio de la planta donde se les saco muchísimos recursos, aunque fue a una buena tasa, 22%, condiciono mucho y la otra mitad lo otorgo el Banco Santander con la que se compraron los kits y nos cobró una tasa del 26,3%, en este banco con la orden de compra se nos otorgó el crédito, pero el pedido de hipoteca genero un amplio debate interno”.
Como se puede ver, ni desde el sector privado, ni desde las mismas empresas se colabora en nada para el crecimiento de las pequeñas empresas o las que son más chicas, esto sumado a la poca presencia del estado en este sentido, hace que también se pierda producción y puestos de trabajo. RENACER es un ejemplo incontrastable de una lucha por la permanencia, el cuidado de los puestos de trabajo y la producción. Es la única empresa que no despidió un solo trabajador en los últimos 10 años.