En declaraciones a Prensa Legislativa el referente parlamentario pidió afianzar “el Nunca Más al terrorismo de Estado” que asoló a nuestro país en la década de los años 70 y principios de los años 80. Además agregó que se “ratifica el compromiso de seguir levantando la bandera de la defensa de los derechos humanos”.
Del mismo modo, el consejero legislativo ante el Comité contra la Tortura en la Legislatura fueguina puntualizó sobre la necesidad de erradicar cualquier tipo de “tortura, maltrato y vejamen por parte las autoridades públicas”.
Consultado por la naturalización de los discursos de odio, Villegas evaluó que en “la violencia verbal que se despliega, particularmente de altos lugares del Estado nacional, siempre termina en violencia física”, lamentó esta tarde en la Plaza Cívica 12 de Octubre de Ushuaia. Asimismo redobló su evaluación sobre la coyuntura: “Repudio esta pretensión de negar el terrorismo de Estado” en Argentina, insistió.
Al finalizar, Pablo Villegas dijo que la “mejor manera de erradicar la violencia es comprometiéndose, trabajando en organismos, asociaciones, en todo ámbito Estatal y social donde se puedan defender estas banderas”, pidió.
“La defensa de los derechos humanos en Argentina y en el mundo es el deber de todo ciudadano de bien”, cerró.
Desde el 24 de marzo de 1976, la República Argentina vivó la última dictadura cívico-militar, que redundó en serias consecuencias humanas, sociales, económicas y estructurales del sigo 20. Con el retorno al Estado de derecho, nuestro país se convirtió en foro de la defensa de los derechos humanos con el conocido Juicio a las Juntas que, aun hoy, lleva adelante sendos juicios a altos mandos por Memoria, Verdad y Justicia.
En el año 2004 la Legislatura de Tierra del Fuego, sancionó la Ley provincial Nº 626 – Día provincial de la Memoria por la Verdad y la Justicia. “El 24 de marzo es en conmemoración y homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado” y fue promulgada el 18 de junio de ese año.
“La necesidad de la reflexión sobre este proceso de tiempo, es una necesidad que viene impuesta, pues no se puede construir una sociedad democrática sobre cimientos de indignidad y de vergüenza. Pero fundamentalmente, el proyecto es también un homenaje a todos aquellos que pusieron a disposición hasta su propia vida, para poder llegar a una sociedad más justa”, señalaban los autores de la iniciativa que fue sancionada ese día.