- El gobierno sostuvo el superávit fiscal a costa de las jubilaciones. En 2024, el 19,2% del ajuste del gasto del Estado estuvo explicado por la pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones.
- Milei modificó la fórmula previsional por DNU 274/24, atando los haberes a la inflación. Así, derogó la Ley 27.609 vigente desde 2021. Si bien la fórmula atada a IPC permitió recuperar parte del terreno perdido en el primer trimestre, a esta altura podemos concluir que la fórmula anterior, en el tiempo, hubiera sido superadora para los haberes jubilatorios, y se la eliminó intencionalmente antes de que se produjeran las mejoras.
- Tanto en septiembre 2024, como en diciembre 2024 y marzo 2025, los aumentos por la fórmula anterior hubieran sido superiores a los efectivamente otorgados. En marzo de 2025, con el aumento de 2,2% (IPC de enero 2025) de la fórmula de Milei, la jubilación mínima (sin bono) se ubicará en $279.122, mientras que de haber continuado la fórmula anterior se ubicaría en $356.962 (27,9% por encima).
- Paralelamente, desde marzo de 2024, el bono compensatorio que recibía el 70% de los jubilados fue congelado en $70.000, licuando mes a mes su capacidad de compra. Mientras que los haberes se incrementaron entre marzo 2024 y febrero 2025 103,1%, la mínima, con bono incluido, sólo aumentó 67,8%. De haberse actualizado en la misma proporción, el bono debería haber sido en febrero de 2025 de $142.161, es decir, más del doble (+$72.161) de lo actual.
- En concreto, a contramano de los dichos de Milei, los jubilados no le ganaron a la inflación: en el trimestre enero-marzo de 2025, el poder de compra de las jubilaciones que no perciben bono se ubica 1,9% por debajo del último trimestre de la gestión anterior, mientras que las jubilaciones con bono se encuentran 13,3% por debajo. La comparación trimestral es la adecuada metodológicamente dada la dinámica de actualización de la fórmula anterior.
- Al atar las jubilaciones al IPC, éstas no perderán poder adquisitivo pero tampoco podrán recuperar. Por el contrario, la Ley 27.756 sancionada por el Congreso y vetada por el Ejecutivo incluía: una recomposición por única vez de 7,2% para todos los haberes, un haber mínimo equivalente al 109% de la CBT de un adulto, y una cláusula gatillo una vez al año (en marzo) si hubiere recuperación real de los salarios en el año calendario anterior.
- La pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones se agrava por las modificaciones de la política de medicamentos de PAMI. No sólo se redujeron los medicamentos cubiertos al 100% sino que además se modificaron los criterios de acceso a los medicamentos gratuitos, que en la práctica implica que menos jubilados y pensionados accedan a los mismos.
- A su vez, aquellos medicamentos que deben pagar sufrieron aumentos de precios muy por encima de la inflación: la canasta PAMI aumentó 361,6% desde el triunfo de Milei a enero de 2025, 191,7 p.p. por encima de la jubilación mínima con bono y 146,6 p.p. por encima del índice de precios.
- Para 2025, el proyecto de Presupuesto contemplaba la ratificación de la fórmula por IPC y el bono para la mínima congelado en $70.000 durante todo el año. Si bien el Presupuesto no se sancionó, ya que el Ejecutivo decidió prorrogar nuevamente el de 2023, y el titular de ANSES fue desplazado, la política previsional continúa siendo regresiva: las jubilaciones no mejorarán su poder de compra, el bono continuará congelado (que implicará, a diciembre de 2025, negarle a los jubilados $97.341 adicionales por mes) y finalizará la moratoria previsional.
- El gobierno confirmó que la moratoria no se prorrogará por lo cual vencerá en marzo de 2025. Esto implica que 9 de cada 10 mujeres y 8 de cada 10 varones en edad de jubilarse, deberán conformarse con una PUAM, equivalente al 80% de la jubilación mínima y no pensionable.
Fuente: Centro Política Económica Argentina, (CEPA)