La restitución será realizada a través del Programa Nacional de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas del INAI y coordinada por el Gobierno de Tierra del Fuego y la Embajada de Chile, junto a la comunidad Yagán Paiakoala de Ushuaia. Una vez en la capital provincial, los restos de los yaganes se trasladarán a través del Canal de Beagle, para entregarlos definitivamente a la comunidad Bahía Mejillones, que los reclama desde el año 2008.
Vanina Ojeda Maldonado recordó que “esta restitución estaba planificada para el año pasado, pero lamentablemente no pudo concretarse por la pandemia. Durante la reunión con el Cónsul Luis Artal, planificamos una agenda sobre cómo se hará esta restitución, en base a fechas que se podrán confirmar de acuerdo a la evolución de la pandemia”.
La funcionaria indicó además que “el Cónsul, nos transmitió que el alcalde de Puerto Williams Patricio Hernández Alarcón también está dispuesto a acompañar y apoyar la entrega de los restos y garantizar que toda la ceremonia sea conforme a la cultura del pueblo yagan”.
Durante el encuentro, el Cónsul destacó la importancia de esta devolución a la comunidad de Villa Ukika como reparación histórica para todos los pueblos indígenas de la región.
“Antes de la conquista, no existían fronteras que separaran a los pueblos y el Canal de Beagle era un sitio de encuentro para los pueblos navegantes australes. Afortunadamente, en Argentina, pero sobre todo en Tierra del Fuego, los chilenos no han sido discriminados y esta restitución será un hito histórico, un símbolo de la hermandad y unión que siempre existió en esta parte del mundo”, expresó el Artal tras la reunión.
Junto a Maish Kensis se restituirá al pueblo Yagán los esqueletos de un niño fallecido en 1885 en el canal del Beagle, donado al museo por el Conde Tonnini del Furia; y el de una mujer donada por el Coronel Godoy, en 1898 junto a el cráneo de un hombre de las antiguas colecciones del museo.
Maish Kensis llegó prisionero al Museo de La Plata en 1886 junto a otros integrantes de su comunidad, con los que había compartido cautiverio durante dos años en una misión en Ushuaia.
Tras morir cautivo a los 22 años de tuberculosis dentro del museo platense, su cuerpo fue descarnado y su esqueleto exhibido en las vitrinas del museo platense hasta 2006, cuando el colectivo de antropólogos universitarios Guias denunció el hecho y logró retirarlo de exhibición el 22 de agosto de 2006.
En 2008 la comunidad Bahía Mejillones de Puerto Williams, reclamó al Museo de La Plata la restitución de los restos de sus antepasados por intermedio del antropólogo Fernando Pepe, quien inició las consultas diplomáticas entre ambos países a través de la Cancillería Argentina.