Resulta claro a estas alturas que el avance del coronavirus en nuestro país no sólo tendrá consecuencias sanitarias para la población, sino también económicas. Resulta extremadamente difícil saber cuál será el pico de la pandemia y cuáles serán los efectos en materia de actividad y empleo. La incertidumbre es generalizada, pero hay algunos sectores que ya enfrentan un escenario crítico.
Hotelería y gastronomía
Las decisiones del gobierno para frenar la circulación del virus tienen consecuencias directas en el nivel de actividad del sector. Hay una fuerte caída en las reservas de hoteles, principalmente a partir de la norma del Ministerio de Turismo que prohíbe el alojamiento en hoteles entre el 16 y el 31 de marzo. De esta forma, se espera que la ocupación hotelera llegue a 0 en los próximos días. A su vez, la gastronomía vio reducida su trabajo en más del 50%, incluso en algunos lugares se suspendió completamente la actividad.
Comercio
Todos los comercios, menos los supermercados, se encuentran prácticamente vacíos desde hace varios días. Por ejemplo, los shoppings quedaron abiertos pero con fuertes restricciones para el ingreso del público. El temor al contagio generó poca circulación por las calles, lo cual repercute en baja concurrencia a los negocios. En este panorama sombrío, los empresarios del sector tienen dudas sobre el pago de salarios e impuestos.
Algunos comercios, especialmente marcas de ropa o calzado, decidieron cerrar sus puertas en los locales, y continuar con la venta on line. De esta manera, minimizan el contacto con los clientes y pueden darle home office a sus empleados.
Actividad manufacturera
Si comparamos el sector industrial con los desarrollados anteriormente, la situación no es tan compleja. Sin embargo, se esperan consecuencias negativas en el corto plazo. Por ejemplo, la cadena automotriz ya tiene problemas para producir debido a la falta de insumos. A este problema se suma el declive en la concurrencia de los trabajadores a las plantas para evitar el contagio, lo cual afecta las operaciones en las fábricas. Finalmente, la retracción en los niveles de consumo se trasladará en una menor producción.
ConstrucciónSe espera una reacción más lenta en el sector. Por ahora, en las obras se está trabajando normalmente, con la salvedad de los grupos de riesgo, como los mayores de 60 años, los que tienen enfermedades respiratorias, o quienes tienen hijos en edad escolar a cargo. La menor circulación de personas hacia sus trabajos y la disminución sensible en la cantidad de empleados administrativos del Estado por la “cuarentena” hace presuponer que se ralentizarán los envíos de fondos contra certificados de obras.
Sector agropecuario
El campo es uno de los sectores menos afectados por la crisis. La actividad agrícola requiere menos empleados, y el único riesgo que preveen en el sector son inconvenientes en el transporte de granos, sobre todo cuando comience la cosecha gruesa, en las próximas semanas. Sin embargo, el productor puede cosechar y dejar su producción en acopios hasta que pueda enviarlo al puerto.