«Nos mantenemos en una senda de alta inflación», aseguró Alvarado en rueda de prensa.
El parlamentario atribuyó la caída al «encaje legal», medida adoptada en 2018 para regular el dinero circulante. Eso «hizo que los precios fueran sustancialmente menores este año (…) a costa de una contracción económica», apuntó Alvarado.
El gobierno de Nicolás Maduro incrementó el viernes 50% el ingreso mínimo en el país petrolero, pasando de 300.000 a 450.000 bolívares por mes, equivalentes a 6,7 dólares al cambio oficial.
El ingreso mínimo, que suma el salario básico y un bono de alimentación obligatorio, es el primer reajuste de 2020, después de tres aumentos decretados por el mandatario socialista en 2019 y seis en 2018. «Mejores salarios (…) no se logran con decretos; se logran con crecimiento, con producción», dijo el legislador.
En Venezuela, inmersa en la peor crisis de su historia reciente, el ingreso mínimo mensual apenas alcanza para comprar poco más de un kilo de queso.
El Banco Central de Venezuela (BCV), de línea oficialista, reconoció en octubre de 2019 el hundimiento continuado de la economía venezolana con una inflación acumulada de 4.679,5% hasta septiembre pasado y una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de 26,8% en el primer trimestre de 2019.
El Parlamento, único poder en manos de la oposición, divulga desde 2017 su propio índice inflacionario, ante la falta de cifras oficiales, silencio que el BCV rompió en mayo pasado cuando reveló que la inflación en 2018 había llegado a 130.060%. El Legislativo calculó la inflación de 2018 en 1.698.488,2%.
Mientras, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima para 2019 una inflación de 200.000% -recortando sus previsiones de 1.000.000%-.