Iba a ser un encuentro tranquilo para muchos empresarios. Esperaban una cena protocolar, con un jefe de Estado refiriéndose a la crisis y a la necesidad de seguir empujando hacia adelante. Pero el discurso del Presidente los tomó completamente por sorpresa, especialmente a los directivos que están vinculados con el polo electrónico de Tierra del Fuego.
En el cónclave que organiza cada año organiza el CIPPEC, Mauricio Macri aprovechó parte de los minutos frente al micrófono para criticar con dureza a la industria que desde el sur del país provee al mercado interno con celulares, televisores y equipos de aire acondicionado.
Más precisamente, los comparó con un agujero negro que succiona millones de dólares al año para terminar ensamblando productos electrónicos de consumo.
En esa dirección, que generó conmoción entre muchos empresarios del sector, Macri hizo una suerte de revisionismo y lamentó que en Ushuaia «haya un único muelle» para cruceros, una inversión a la que catalogó como «menor» frente «a los millones que pusimos en subsidios para tener una industria armando celulares».
«Ahí teníamos trabajo, necesario, genuino para toda la logística de la Antártida y toda la pesca», aseveró, dejando clara la visión estratégica que Cambiemos tiene para el polo austral: convertirlo en un hub que se especialice en la exportación de pescados y no un epicentro que genere tecnología de consumo con mano de obra nacional.
La reacción por parte de la gobernadora Rosana Bertone, no se hizo esperar: «A ningún presidente brasileño, norteamericano o alemán, de derecha o de izquierda, se le ocurriría bastardear una industria clave para el futuro como la industriaelectrónica», disparó vía Twitter, dejando en evidencia que en esa pulseada verbal lo que se estaba definiendo era -ni más ni menos- el destino del polo fueguino.
«Son lamentables las palabras del Presidente. Con total desprecio de la industriaelectrónica de nuestra provincia, habla de los costosos subsidios que van destinados a fomentar la industria y que podrían ir a otras obras», agregó Bertone en la red social –paradójicamente- a través de un teléfono iPhone, una de las pocas marcas a nivel global que no se producen en la isla.
Más allá de este detalle, las palabras del jefe de Estado cayeron como un baldazo de agua fría en un contexto en el que todas las variables del polo electrónico están en terreno negativo: la producción de televisores, celulares y equipos de aire acondicionado tocarán el menor nivel en casi una década, tal como adelantó iProfesional.
Además, en los últimos años, un total de 10 empresas cerraron sus puertas y el empleo no pudo escapar de la tendencia: actualmente son menos de 6.200 puestos de trabajo los que están en pie, cuando en 2015 se llegaron a contabilizar más de 14.000, entre fijos y temporarios.