En su alocución, explícita en un video difundido por un medio de comunicación, Pauli entre otras cosas, enuncia que es necesario involucrarse en política porque después “(…) los concejales de Río Grande nos metieron un cupo trans”. Seguidamente vincula de manera absolutamente caprichosa y tendenciosa una supuesta incompatibilidad entre preocupación por los niños e identidad sexual o de género y/o posicionamientos institucionales o ideológicos. Esta situación, Pauli la describe como de rabia, impotencia, bronca, asco (sic): “ellos son los que se ocupan de los niños? (…) pero esa es la gente. Y por qué ellos están ahí? Por qué los travestis, por qué las lesbianas, por qué los gay, por qué ellos están ahí con todo lo que tiene que ver con los niños? Porque nosotros no estamos (…)”. Este discurso de odio y discriminacion tiene un especial encono con el colectivo trans, uno de los más vulnerados, atravesados por la persecución, la exclusión y la marginación. En el país el más del 80% de las personas travestis, transexuales, y transgénero no cuentan con trabajo formal. Este colectivo no solo presenta dificultades en el aspecto laboral sino también en el educativo e incluso en la esperanza de vida: las personas trans mueren en promedio mucho más jóvenes que otras poblaciones en Argentina: tienen un promedio de vida de 35,5 a 41 años. Son victimas de travesticidio y transfemicidios es decir que mueren en manos de asesinos por el hecho de ser personas travestis o trans. Una situación que debería llamarnos a ponernos en el lugar de los otros y las otras antes que profesar el odio. La ordenanza Nº3686/17, que se sancionó en el año 2017, fue una de las primeras en el país. Hoy a nivel nacional se está discutiendo la necesidad de una Ley Nacional de cupo Trans, porque se asienta en dos cuestiones fundamentales, las personas trans tiene graves dificultades para el acceso real de oportunidades y de trato. Entendemos que es necesaria una disculpa pública, pero también es necesaria una reflexión colectiva como sociedad. Ya no solo porque contamos con leyes en nuestro país que es obligatorio cumplir, como por ejemplo no discriminar, sino porque vivimos juntxs en democracia y en comunidad, allí todxs somxs diversxs, necesitamos respetarnos, tolerarnos y lograr espacios de mayor inclusión, sobre todo para los sectores que padecen más que otros. Los discursos como el profesado por Pauli logran avivar la violencia, la intolerancia y la discriminación contra la comunidad trans y las diversidades. Aunque no estén de acuerdo, aunque sus creencias morales nieguen para sí ciertas cuestiones, en el mundo convivimos las diversidades, que viven, siente y creen distinto. No podemos negarlas, no podemos invisibilizarlas, no podemos discriminarlas. Si pretendemos sociedades con lazos más amorosos, de mutuo reconocimiento, de igualdad y fraternidad, este tipo de discursos no tendrían lugar, ni sentido. Si aparecen, si son justificados tal vez es porque las intenciones son otras. Invitamos a personas y organizaciones que deseen adherir a este comunicado, sumando su comentario y compartiendo en sus redes sociales. ¡Muchas gracias!
COMUNICADO DE REPUDIO A LOS DICHOS DISCRIMINATORIOS DEL PASTOR HÉCTOR PAULI
Mierc 21/11/18.-Desde la Colectiva Feminista de Río Grande REPUDIAMOS los dichos del Pastor Héctor Pauli de la Iglesia Hay Vida en Jesús, que a partir de un discurso desde el odio profesa la discriminación contra sectores de la población históricamente vulnerados como son los colectivos LGBT y en particular la comunidad trans.