En su paso por Houston, además de entregar Vaca Muerta, el secretario de Energía, Javier Iguacel,adelantó a la industria petrolera estadounidense la convocatoria a Concurso Público Internacional para el offshore argentino. Esta disposición se oficializó el 1 de octubre, con la publicación en el Boletín Oficial del decreto que llevó la firma de Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda y el hombre del Gobierno frente al FMI.
Son 38 áreas ubicadas en tres cuencas sobre el Mar Argentino, por un total de 200.841 km2, esto es, un 3,1% de la Plataforma Continental. En todos los casos, se asegura a las empresas contratos de exploración y explotación conteniendo «cláusulas que establezcan la prórroga de jurisdicción a favor de tribunales arbitrales internacionales«.
El FMI aprobó la entrega de los hidrocarburos bajo Mar Argentino: se necesitan con urgencia dólares para financiar el blindaje macrista. Las áreas licitadas con el inestimable valor agregado de la prórroga de jurisdicción los aportarán. La Cuestión Malvinas, al tacho de basura.
El Decreto 872 instruye a la «SECRETARÍA DE GOBIERNO DE ENERGÍA, dependiente del MINISTERIO DE HACIENDA para que proceda a convocar a Concurso Público Internacional para la adjudicación de permisos de exploración para la búsqueda de hidrocarburos en las áreas del ámbito costa afuera nacional».
En su artículo 3°, el decreto autoriza «la inclusión, en los permisos de exploración» de «cláusulas que establezcan la prórroga de jurisdicción a favor de tribunales arbitrales internacionales con sede en un Estado que sea parte en la Convención sobre el Reconocimiento y Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras».
A tribunales internacionales, las 38 áreas a ser licitadas implican un total de 200.841 km2, es decir, el equivalente a un 65% de la superficie de la provincia de Buenos Aires o casi 1.000 veces la superficie de la Capital Federal. Comparando con Vaca Muerta, se trata de una extensión unas cinco veces y media mayor.
Resulta fundamental mencionar que una de las tres cuencas incluidas en el Concurso, la denominada Cuenca Malvinas Oeste, está pegada a las Islas Malvinas, constituyéndose así en una zona de alta trascendencia geopolítica y de seguridad nacional. En dicha cuenca, se abrirán a concurso unas 18 áreas por 86.381 km2.
Abrir a licitación pública internacional, con la salvaguarda de ceder la jurisdicción a favor de tribunales internacionales el territorio «concursado», representa una gravísima afrenta a la soberanía nacional. Máxime, cuando el «Estado sede» de una eventual disputa podría ser el propio Reino Unido.
Volviendo al Decreto 872, no existe ninguna excepción a nivel compañías concursantes en cuanto a su país de origen, tanto para los permisos de exploración como para las concesiones de explotación. Mucho menos se menciona prohibición alguna a las firmas que ya operan ilegal e ilegítimamente al norte de las Islas amparadas por Londres y el gobierno colonialista isleño.
A modo de simple recordatorio, la ligazón geológica entre las cuencas alrededor de Malvinas, otro dato estratégico ignorado por el régimen macrista, en este caso, extraído de un artículo de The Economist de 2014: