En esa línea, manifestó que “en tiempos de crisis el primer estamento al que los vecinos van a solicitar ayuda es el Municipio” y en función de ello “el intendente nos pide permanentemente, y es nuestra responsabilidad, poder contener esa demanda y poder generar nuevas herramientas para evitar la exclusión social”.
La funcionaria indicó que “hay un dato significativo que es que este año se incrementaron muchísimo los subsidios para pagar servicios, principalmente el gas y la luz; hay familias que con sus ingresos no alcanzan a pagar servicios que son cada vez más caros y que en nuestra ciudad son esenciales”.
“Trabajamos para acompañar a las familias en esta situación, siempre haciendo hincapié en que muchas veces el impacto de la crisis no puede ser resuelto a nivel municipal porque tiene que ver con decisiones económicas nacionales y con una mirada de enfriamiento de la economía que está pauperizando a las familias”, continuó.
No obstante, remarcó que el Estado municipal “no se puede retirar y tiene la obligación de cuidar a las familias afectadas mediante la organización colectiva, las capacitaciones, la generación de espacio y la asistencia”.
A partir de ello “hemos decidido que este año los centros comunitarios pasen a la órbita de la Subsecretaría de Economía Social”, lo cual “tiene que ver con la mirada de que nuestros talleres estén orientados cada vez más al desarrollo de emprendimientos y a generar para las familias una posibilidad de sustento económico, en un momento de gran recesión y de una crisis creciente en términos de desempleo y de pérdida de la capacidad de consumo”.
Teszkiewicz definió que “la situación es difícil y se trabaja a partir de la asistencia, pero fundamentalmente a partir de la construcción de iniciativas que permitan a los vecinos reinsertarse en el mundo del trabajo; si no es a través de un salario porque la situación laboral se cierra, se complica o se degrada, que sea desde la posibilidad de desarrollar una propuesta propia ya sea de un producto o de un servicio”.
“Sabemos que ninguna de estas herramientas puede sustituir la herramienta fundamental del empleo –enfatizó-, pero creemos que frente a las consecuencias de las políticas macroeconómicas podemos jugar un papel importante en la contención de las familias y en tratar de compensar la calidad de vida que se pierde en momentos tan dolorosos como los de la pérdida del trabajo”.
“Nuestro esfuerzo está puesto ahí y por eso consideramos que es el año de la economía social en el sentido que necesitamos cada vez más de esa herramienta para poder ayudar a nuestras vecinas y vecinos”, sentenció.
Finalmente, la secretaria de Políticas Sociales advirtió que “estamos atravesando una situación muy complicada que se profundiza y eso hace que el Estado en todos sus niveles, tanto provincial como municipal, tenga que estar más presente que nunca, y siempre manteniendo el optimismo y la alegría por la posibilidad de poder trabajar juntos en una situación muy difícil”.