Según el decreto, el reordenamiento apunta a «establecer una nueva conformación organizativa de los niveles políticos, basado en criterios de racionalidad y eficiencia que posibiliten una rápida respuesta a las demandas de la sociedad, dando lugar a estructuras dinámicas y adaptables a los cambios permanentes».
En ese plano, se decidió la supresión de «los cargos que ya no resulten estrictamente necesarios para el cumplimiento de las acciones y misiones de los organismos y jurisdicciones del Estado Nacional», abarcando desde ministerios hasta subsecretarías.
Cuando anunció la medida, Macri se ganó fuertes críticas del kirchnerismo, que advirtió que desde que el presidente asumió el poder en 2015, incrementó la planta política al mismo nivel que ahora se intenta reducir.
El decreto, que lleva las firmas de Macri y del jefe de Gabinete, Marcos Peña, vino con un plus: la creación del Instituto de Juventud, como organismo desconcentrado en la órbita de la Secretaría de Articulación de Política Social del Ministerio de Desarrollo Social.
El nuevo organismo fue creado para «entender en el diseño e implementación de políticas sociales destinadas a jóvenes», «presidir el funcionamiento del Consejo Federal de la Juventud conforme la Ley 26.227» y «fomentar en los jóvenes la participación comunitaria, el compromiso público y valores como la solidaridad, la equidad, la memoria, la responsabilidad y la identidad nacional», entre otras funciones.