Se trata de una investigación científica que busca mejorar la población natural de centollas en el canal. Tal como se hace con los alevinos de trucha, que nacen en una piscicultura y se los lleva a su hábitat natural después de haber superado una etapa crítica de su ciclo de vida, el laboratorio de Biología de Crustáceos del Centro Austral de Investigaciones Científicas, Cadic de Ushuaia, que depende del Conicet está desarrollando a escala piloto el cultivo de larvas y juveniles de centolla para subsidiar la población natural del Canal Beagle.
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