La planta de tratamiento de efluentes cloacales Arroyo Grande, obra que comenzó a construirse en la década del 80 y que posteriormente fue abandonada, fue retomada por la gestión de la gobernadora Rosana Bertone con una inversión de 233 millones de pesos, para dar solución definitiva a todos los hogares ubicados entre la Planta 2 Orión y las 640 Viviendas.
Sobre los avances en la construcción, la gobernadora Bertone señaló: “Estas obras de saneamiento ambiental son claves para resolver la grave situación que atraviesa la capital fueguina en materia sanitaria y ambiental. La provincia de Tierra del Fuego adhiere firmemente a los objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, por eso consideramos prioritario avanzar con estas obras que hacen a la calidad de vida de los vecinos. Tras años de abandono, hoy hay un gobierno que prioriza a la gente y pone todas sus energías en solucionar los problemas más importantes de cada familia fueguina”.
La nueva planta estará ubicada detrás de la Central Termoeléctrica, en la desembocadura del arroyo. Contendrá estaciones de bombeo; un sistema de pre-tratamiento compuesto por tamizado, desarenado y desengrasado; un reactor biológico; un sedimentador; un espesador y un deshidratador de lodos; oficinas, laboratorios y vestuarios; un grupo electrógeno para eventuales cortes de energía; redes, pavimento, parquizado, cerco perimetral e iluminación exterior. El plazo de ejecución es de 24 meses.
El presidente de la DPOSS Guillermo Worman, recordó que esta planta «comenzó a construirse a finales de la década del 80 y luego fue abandonada» tras lo cual «por decisión de la gobernadora Bertone se retomó una obra fundamental para la calidad ambiental de la ciudad».
La Planta Arroyo Grande, junto con la ampliación de la Planta Bahía Golondrina, permitirán a finales de 2019 dar una solución integral «al grave problema ambiental que atravesó la capital fueguina en los últimos años» aseguró el funcionario.