La anunciada reforma tributaria que desea implementar el Gobiernoprovocó un fuerte rechazo de las provincias, que ven en los cambios impositivos un certificado de defunción de muchas economías regionales.
Esta postura, que se repite incluso en territorios en los que se impuso Cambiemos en las últimas legislativas, llevó a que más de un dirigente del Interior comparara la modificación que impulsa la Casa Rosada con la resolución 125 que intentó aprobar el kirchnerismo y derivó en una fuerte reacción de lás cámaras agropecuarias.
El paralelismo provino del sector de los bodegueros, luego de que se conociera que el oficialismo prevé imponer un impuesto del 10% a los vinosy un 17% a los espumantes, entre otras bebidas (la reforma también prevé subas en la tasa en bebidas blancas como el whisky, en cervezas y gaseosas).
«Pretenden aplicar lo que fue la resolución 125 a la Pampa Húmeda, ahora en el Oeste argentino«, apuntó José Zuccardi, titular de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA).
La bronca se esparció por las provincias vitivinícolas.
Por su parte, la vicegobernadora radical de Mendoza, Laura Montero, rechazó, y en duros términos, la reforma.
«Evidentemente Dujovne no entiende nada de las economías regionales y de la crisis a la que fueron sometidas en la época K. Usted no dimensiona el daño y arruina años de trabajo público/privado en el posicionamiento del vino en el mercado», escribió la funcionaria de la capital del vino.
Evidentemente @NicoDujovne no entiende nada de las economías regionales y de la crisis a la que fueron sometidas en la época K #ImpuestoVino
— Laura Montero (@lauramonteromza) 1 de noviembre de 2017
«No estoy de acuerdo, lo he manifestado a nivel nacional, no se puede considerar al vino en las mismas categorías que otras bebidas, no tiene efectos negativos como la gaseosa«, declaró.
«Se trata de un sector de 230.000 hectáreas, 5.000 puestos directos, estamos hablando de 900 bodegas y 16.000 productores, es una economía regional, no un producto alcohólico», agregó.
Mendoza concentra el 70% de la producción vitivinícola de todo el país.
En segunda lugar le sigue San Juan, que además es el principal productor y exportador de mosto (jugo concentrado de uva).
Por eso, en un tono similar se manifestó el exgobernador sanjuanino y actual diputado nacional, José Luis Gioja, quien sostuvo que los funcionarios del Gobierno que «han pensado este impuesto al vino no conocen el interior del país, han salido poco de la General Paz«.
«Éste impuesto no corresponde de ninguna manera a una producción tan noble», se quejó el presidente del Partido Justicialista.
«El vino no es una bebida elaborada, proviene de un sector que no esta concentrando, que tiene muchos jugadores», subrayó el exgobernador en declaraciones a Radio Rivadavia.
Y argumentó que «el vino surge de una tarea que incluye a miles de personas» y que «está atado a las tradiciones del mundo y el país».
«Decir que el vino no es saludable cuando se lo toma conscientemente es una ofensa», se quejó el diputado, quien evaluó que con el nuevo impuesto estarían «castigando a un consumo popular».
Para Gioja, «gravarlo con el 17% de impuestos internos es una cachetada a esta producción nacional«.
Así, el dirigente peronista coincidió en sus críticas con los radicales del Interior del país, tal como había sucedido 2008 con la resolución 125cuando organizaciones con intereses disímiles como la Federación Agraria (FAA) y la Sociedad Rural (SRA) coincidieron en su reclamo contra el gobiernode Cristina Kirchner.
«Mientras el gobierno sanjuanino hace un esfuerzo apoyando al sector para generar empleo, el gobierno nacional decide aplicar un impuesto que sólo producirá que el sector sea menos competitivo a nivel de mercado interno como también en el ámbito internacional. La verdad es que es una medida que no ayuda a la situación de la industria», sumó a la crítica Andrés Díaz Cano, el ministro de Producción provincial de Sergio Uñac, quien le llevará el reclamo a Macri cuando se realice la reunión con gobernadores.
Es que lejos de tomar la crítica, el jefe de ministros salió al cruce de los cuestionamientos y dobló la apuesta. Dijo que «todas las economías regionales se ven beneficiadas» por la reforma tributaria que busca aplicar el presidente Mauricio Macri.
Así lo afirmó este jueves durante una conferencia de prensa en la Quinta de Olivos.
También aseguró que los cuestionamientos de los mandatarios no tensan el vínculo con la Casa de Gobierno.
Ocurre que no solo Mendoza y San Juan se quejaron de la iniciativa oficial.
La reforma tributaria anunciada por la Casa Rosada también cayó muy mal en los gobiernos de Tierra del Fuego, Tucumán, Salta y Jujuy.
Es que las provincias norteñas se verán afectadas por el impuesto a las gaseosas que utilizan como insumo azúcar y limón, dos productos desarrollados en esa región.
Preocupación en Tierra del Fuego
Por su parte, la gobernadora de fueguina, Rosana Bertone, pidió una reunión urgente con Macri porque la idea de Dujovne de eliminar impuestos en televisores, celulares y monitores dinamitaría la economía de su provincia.
La aprobación de este proyecto significaría la disolución territorial de nuestra provincia luego de una política de Estado que se ha mantenido desde 1972 y que de la noche a la mañana intentan destruir», expresó enojada Bertone.
«Es por ello que llamó a la unidad de todos para defender nuestra industria y el trabajo de los fueguinos«, aseguró.
«De mi parte defenderé a rajatabla las condiciones jurídicas que han hecho posible que la provincia se desarrolle y brinde contención a miles de argentinos que han venido desde todo el país a formar sus familias a nuestra tierra», insistió la mandataria.
«Buscamos que los productos argentinos tengan precios más parecidos a los de otros países. Nos queremos acercar a los precios internacionales y debemos hacerlo», fue la respuesta de Dujovne, que propone la modificación de las alícuotas de productos internos, como los electrónicos, de 17% a 0% .
La iniciativa enviada al Congreso plantea además un acuerdo para reducir impuestos, ingresos brutos, sellos y eliminar aduanas interiores. Los impuestos provinciales sobre los ingresos brutos y sellos, créditos y débitos bancarios.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, defendió este jueves el proyecto de reforma impositiva que presentó el Gobierno, ante las críticas de varios gobernadores por el impacto que podrían tener los cambios en sus provincias.
«La respuesta ha sido muy buena. La discusión se acota a una partecita», señaló el coordinador de ministros, que estuvo acompañado por el titular de Hacienda, Nicolás Dujovne, encargado de elaborar el proyecto oficial.
«De ninguna manera esto refleja una complicación en términos de romper el clima de diálogo y consenso que se debe lograr para avanzar en esta dirección» , apuntó.
«Lo que hay son discusiones sectoriales muy sensibles para esas provincias, pero vamos a generar instancias de diálogo con cada uno de esos sectores y vamos a discutir con los números sobre la mesa. Vamos a discutir los planteos y escuchar los argumentos», sostuvo Peña.
Para el jefe de Gabinete, el proyecto del Gobierno permitirá tener «un sistema tributario más justo, que ponga el énfasis en la creación de trabajo».
Y remarcó que la Casa Rosada está abierta al diálogo y que escuchará los reclamos de las provincias.
«No estamos imponiendo nada, sino dando un marco general, trayendo una propuesta, y generando ámbitos de diálogo», subrayó.
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