El cuadro de situación de 18 economías regionales en el país no vislumbra un panorama alentador. De todos los sectores, sólo cuatro presentan condiciones de «prosperidad» o de «crecimiento». Entre ellas se incluyen la producción de granos y la actividad ganadera (producción de bovinos y porcinos), a la que hay que sumar la producción de maní, como las cuatro economías regionales que están en alza.
El análisis de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) abarca también sectores como la leche, algodón, arroz, aves, cítricos, forestal, hortalizas, mandioca, ovinos, papa, peras y manzanas, tabaco, vino y mosto, y yerba mate. Estos fueron revelados como sectores con cambios de tendencia, en crisis o con signos de crisis, tal como describió Silvina Campos Carlés, economista de la entidad, durante la presentación que realizó en la Bolsa de Cereales de Córdoba. Allí Coninagro presentó el documento «El Campo y la Política III», bajo el lema «Acciones para los nuevos paradigmas».
El mismo busca brindar herramientas para la construcción de políticas públicas a largo plazo y priorizar una estrategia poblacional que evite las megaconcentraciones urbanas.
Dentro de los sectores más comprometidos, dos se destacan en situación de «crisis»: peras y manzanas, y tabaco. En el primer caso, se afirma que en el valle de Río Negro y Neuquén la producción cae drásticamente año tras año: «se ha talado el 40% del área en los últimos tres años, y de las plantaciones existentes el 35% está abandonado; en paralelo se cuenta una creciente importación de fruta fresca desde Chile, con exportaciones de manzanas frescas cayendo más del 60% en los últimos 10 años. En el caso del tabaco, se sostiene que la actividad no muestra signos de cambios promisorio, con caída de productores año a año y una tasa de adopción de tecnología que «no parece ser la suficiente para revertir el estado de situación».
«Las medidas macroeconómicas en su momento no les alcanzó, y les cuesta acceder al mercado internacional. Lo que más preocupa es que se ve que hay cada vez menos productores, en las distintas industrias en general», afirmó a El Cronista Carlos Lannizzotto, Presidente de la entidad que en las próximas semanas presentará el informe en Buenos Aires. El directivo afirmó además que para el mediano plazo no esperan grandes cambios: «Dadas las pautas presupuestarias, por los datos de inflación, tasa de interés, valor cambiario la gradualidad va a continuar, por lo que no se espera otro escenario. Pero estamos abocados a llevar la información y datos de la situación a funcionarios para que busquen herramientas lo más pronto posible», sostuvo.
Entre las propuestas, el directivo contó que se impulsa el desarrollo de la infraestructura hídrica, vial y energética, políticas de créditos para capital de trabajo para ciclos productivos, además de fomentar una reducción de la presión impositiva y de la adecuación de los costos laborales en la producción primaria.