La funcionaria apuntó que “cuando inauguramos en diciembre la primera propuesta que se generó desde la Secretaría de Políticas Sociales, Sanitarias y Derechos Humanos, de la cual dependemos, fue un trabajo articulado con la Casa de la Juventud que se llamó ‘Activá el Verano’, fueron espacios simultáneos con una oferta de talleres abiertos a la comunidad para chicos desde los 13 años hasta adultos de 30 años”.
Al respecto, indicó que “todos los talleristas tienen un perfil para trabajar con jóvenes y adolescentes, por eso siempre nuestras propuestas están orientadas a esa franja etaria”.
Marcucci sostuvo que durante las seis semanas que funcionó ese programa participaron más de 120 jóvenes que asistieron a los talleres, tras lo cual “repensamos el funcionamiento porque venía el comienzo de clases y distribuimos estratégicamente los talleres, ya que muchos adolescentes van a la escuela tanto a la mañana como a la tarde”.
“Actualmente tenemos más de 120 jóvenes inscriptos que todos los días se van acercando desde las 10 hasta las 21 de lunes a viernes, con dos sábados al mes donde proponemos actividades como prácticas abiertas de break dance y tango, como así también cine debate”, amplió.
Asimismo, remarcó que en el CEPLA se dictan más de 20 talleres y “estamos incorporando el de cocina y un taller que va a funcionar en dos momentos del año y que se llamará ‘Abriendo las puertas al mundo del trabajo’, que es específico para los jóvenes que ya finalizaron el secundario e inician su búsqueda laboral”.
Dicho taller “está enfocado para que los jóvenes que comienzan a transitar este momento de la vida puedan vivenciar las situaciones de entrevistas, armado de currículum o selecciones de personal, e ir construyendo con ellos estos procesos que les generan mucha ansiedad, ya que están vinculados con la primera experiencia formal de trabajo”.
También refirió que “otro de los servicios que brinda el CEPLA son los espacios de orientación y contención guiados por profesionales de la Salud Mental, donde lo que se trabaja son las problemáticas que los mismos jóvenes plantean, y a veces también las familias acompañan o demandan algún tipo de asesoramiento”, y para ello “contamos con psicólogos, psicólogos sociales y operadores en Minoridad y Familia que están todo el día en la institución”.
Marcucci valoró que el grado contención que se brinda “es muy importante” dado que el CEPLA “está pensado en distintas dimensiones como la educativa, recreativa, legal, laboral y psico-socio asistencial, lo que consiste en poder organizar la oferta de los talleristas con un encuadre más global porque ellos están atravesados por una lógica preventiva; la mirada del tallerista es de un contacto cercano con los jóvenes haciendo hincapié en el diálogo, posibilitando que los jóvenes puedan decir lo que les pasa y qué desean hacer”.
En ese sentido, comentó que se generan los espacios que los jóvenes necesitan ya que “hay una permeabilidad que hace que los chicos elijan estar acá, nadie los obliga a venir, y como es un lugar que ellos eligen nosotros los recibimos como sujetos activos del espacio y ellos viven de una manera muy natural este lugar”.
Del mismo modo, remarcó que el equipo que integra el CEPLA “está formado con un encuadre de restitución de derechos y lógica preventiva, para que quienes concurran se sientan a gusto y cuidados”, y en función de ello “tratamos que los talleres sean convocantes y por eso la oferta es muy amplia en relación al trabajo que proponemos”.
Marcucci evaluó que “la problemática del consumo está atravesada por múltiples cuestiones, como la falta inclusión social y por una alta vulnerabilidad histórica que pueden transitar nuestros jóvenes, por eso el campo de acción es tan amplio en términos de prevención primaria e inespecífica y los talleres terminan convirtiéndose en espacios convocantes donde los pibes elijen transitar su tiempo y poner palabra a lo que piensan y sienten”.
En ese contexto, resaltó que la recepción del CEPLA ha sido muy buena en el barrio porque “hasta hace dos años esto era un lugar al que venía la Policía porque los vecinos denunciaban a jóvenes que consumían, y estos mismos jóvenes son los que hoy cuidan el lugar”, a los cuales “se han sumado chicos de toda la ciudad porque este espacio ha transitado un proceso de re-significación a partir de que los mismos jóvenes se apropiaron de la propuesta que generamos, y de manera conjunta como Municipalidad contenemos y acompañamos”
Finalmente, Marcucci expresó que “estar todos los días con los jóvenes en un espacio que ellos mismos han reivindicado es maravilloso”.