El primer ministro británico, Gordon Brown, aseguró ayer que su gobierno hizo “todas las preparaciones necesarias para asegurar que los habitantes de las islas están correctamente protegidos”. Pero consideró innecesario enviar nuevas tropas a las Malvinas en medio de una tensión que lleva dos semanas en alza por el inicio de la búsqueda de petróleo por parte de empresas británicas. Sin embargo, algunas versiones periodísticas dieron por cierto que en las últimas horas el Reino Unido reforzó su presencia militar en la zona.
“Se trata de perforaciones petroleras, lo que es exploración para el futuro. Está de acuerdo con nuestros derechos hacerlo. Creo que los argentinos lo entienden”, explicó Brown en la emisora Real Radio, y dijo confiar en que el gobierno argentino entienda la postura de su país y, por tanto, “prevalezcan” las discusiones “sensibles”. Sin embargo, cuando lo consultaron acerca de si se había reforzado la presencia militar en las islas, Brown advirtió: “No voy a hacer declaraciones sobre lo que pueda o no pasar”.
El diario The Sun publicó ayer que el Reino Unido había mandado, en supuesto secreto, tres buques al mar Argentino. Se trataría de una misión supuestamente comandada por el destructor HMS York. Las autoridades británicas, sin embargo, lo negaron. El portavoz citado por el periódico sensacionalista describe, en el artículo publicado, que “hay ya en las islas una fuerza de disuasión, que comprende un abanico de activos terrestres, aéreos y marítimos que mantienen colectivamente nuestra defensa. Tenemos una presencia permanente en el Atlántico Sur, que incluye una fragata/destructor, un buque patrulla, un barco de vigilancia y otro dedicado al abastecimiento de la flota. Tenemos también 1.076 efectivos en tierra”.
La Argentina reclama que se reanuden las negociaciones por la soberanía en el marco de lo dispuesto por las Naciones Unidas.
En el Reino Unido, el presidente del grupo parlamentario que se ocupa de las Malvinas, Nicholas Winterton, calificó el decreto de la presidenta argentina de “patético e inútil”. “Los argentinos vuelven a mostrar un comportamiento hostil, aunque hasta el momento se limite a meras palabras, hacia un vecino amistoso, las Falklands”, dijo el diputado conservador. Y el secretario de Estado para Europa y Latinoamérica del Ministerio británico de Exteriores, Chris Bryant, aseguró no tener “duda alguna respecto de la soberanía sobre las Falkland y el derecho del gobierno de las islas a desarrollar una industria de hidrocarburos dentro de sus aguas”. “No tenemos que perder de vista el hecho de que la Argentina y el Reino Unido son socios importantes. Tenemos una relación estrecha y productiva en distintos temas como el G-20, el cambio climático, el desarrollo sostenible y la lucha contra la proliferación nuclear”, concluyó Bryant. Las versiones sobre la partida de los buques británicos surgieron 24 horas después de que el canciller en las sombras por el conservadurismo, William Hague, pidiera reforzar la presencia militar. El inicio inminente de la exploración en busca de petróleo profundizó los reclamos argentinos. Cristina Fernández dispuso el martes mediante un decreto que todo buque que navegue por la zona en disputa deberá tener autorización argentina. Se trata de un camino que empezó en el año 2007, cuando el Gobierno dio de baja los acuerdos que tenía con el Reino Unido.
Fuente:critica digital.com