El INDEC confirmó ayer que el desempleo bajó del 14,8 al 12,1% en el segundo trimestre de 2005. Así, el número de desocupados se redujo de 2,2 millones a 1,9 millones.
En el mismo período, la actividad económica creció 10,1%, impulsada por una suba de 24,4% en la inversión productiva.
Si no se incluyen como ocupados a los beneficiarios de los planes sociales que realizan alguna tarea, la tasa de desempleo es más alta: llegaría a 15,7% o casi 2,5 millones de desempleados.
También se redujo del 15,2 al 12,8% el subempleo, que abarca a los que trabajan pocas horas y quieren trabajar más. Así, el 24,9% de la población activa tiene problemas de empleo. En to tal son 3,9 millones de personas.
El descenso de la desocupación se explica por una combinación de factores positivos y negativos:
Hubo un aumento del empleo, pero se produjo a un ritmo menor que en las mediciones anteriores. Se estima que que por cada punto de crecimiento, el empleo (sin planes sociales) crece el 0,4%, cuando al comienzo de la reactivación crecía a un ritmo casi similar.
Esto significa que se desaceleró la creación de nuevos empleos. Pero como la economía siguió creciendo, hubo un fuerte incremento de la productividad.
Por el llamado «efecto desaliento» en algunas regiones una menor cantidad de personas salió a buscar trabajo y en otras hubo desocupados que dejaron de buscar empleo. Así gente que antes figuraba como desocupada, pasó a la categoría de «inactiva».
En parte, ese desaliento se atribuye al menor ritmo de creación de empleo, pero también a que muchos empresas son renuentes a emplear a un núcleo importante de desocupados que hace tiempo está sin empleo. Por eso algunos especialistas hablan de «desocupados estructurales».
Esta situación de manera más aguda se verificó en el Gran Buenos Aires, que tiene un tercio de los desocupados.
Aunque se redujo del 17,3 al 14,9%, el conurbano bonaerense sigue con la tasa de desempleo más alta del país. Así, el número de desocupados bajó de 773.000 a 646.000. Sin embargo, esa reducción del desempleo en el Gran Buenos Aires no se debió a que se crearon nuevos puestos de trabajo —en realidad hubo una leve baja— sino a que 130.000 personas dejaron de buscar trabajo. Algo similar pasó en La Plata y en Mendoza, según el INDEC.
En cambio, mejoró el empleo en Rosario, Mar del Plata, Tucuman y en la Ciudad de Buenos Aires (ver más detalles del empleo porteño en la página 52). En Córdoba hubo una mezcla de mayor empleo y desaliento.
Si se consideran los datos del primer semestre, con el 15,2%, el conurbano bonaerense también figura con el desempleo más alto. Y en la otra punta, San Luis registra la menor desocupación, con 1,4%. En ambos casos, no se consideran como desocupados a los beneficiarios de los planes que realizan alguna actividad.
