Advierten que la medida incentivará el comercio ilegal

* Las entidades de productores y los consignatarios de hacienda criticaron la norma del Gobierno * Prevén una baja en el precio del ganado a partir del mes próximo La decisión del Gobierno de prohibir la faena de vacunos menores de 300 kilos para lograr un mayor abastecimiento de carnes provocó el rechazo de las… Leer más »

* Las entidades de productores y los consignatarios de hacienda criticaron la norma del Gobierno

* Prevén una baja en el precio del ganado a partir del mes próximo

La decisión del Gobierno de prohibir la faena de vacunos menores de 300 kilos para lograr un mayor abastecimiento de carnes provocó el rechazo de las entidades de productores y de los consignatarios de hacienda, que consideran que la medida impone cambios bruscos en el negocio ganadero y -advirtieron- podría incentivar el mercado ilegal de animales.

«Estas medidas afectan la eficiencia productiva, menoscaban la rentabilidad de la ganadería, rompen con sistemas productivos de cría y fomentan la venta marginal de hacienda, provocando una competencia desleal», expresaron, mediante un comunicado, la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Coninagro y las tres cámaras que agrupan a los consignatarios de hacienda.

Aunque los productores apoyan filosóficamente la idea de aumentar el peso de faena, se oponen a una medida restrictiva, explicó el presidente de la SRA, Luciano Miguens.

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el secretario de Agricultura, Miguel Campos, anunciaron anteayer que a partir del 1° de noviembre próximo quedará prohibida la faena de hacienda liviana, con el propósito de que los animales lleguen al mercado con un mayor rendimiento de carnes. De esta manera, el Gobierno busca enfriar los precios de este producto en septiembre y octubre próximos, porque muchos productores se apresurarán a enviar los terneros a faena antes de que la norma entre en vigor.

En el ambiente de la producción ganadera muchos criticaron la resolución al considerarla «demagógica» y «forzada» en tiempos electorales. «En lo inmediato van a lograr una abundante oferta de carnes de los productores que se desprendan de su hacienda liviana, pero después de noviembre va a faltar oferta y crecerá la marginalidad porque el Estado no tiene herramientas de control», señaló ayer Carlos Pujol, vicepresidente de la consignataria Benito Pujol y Cía.

El secretario de Agricultura había asegurado que contaba con la anuencia de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) para impulsar la norma. Sin embargo, ayer esa entidad lo negó y sostuvo en un comunicado que «esta medida es un verdadero atentado a la libertad de comercio». Y agregó: «Pone en evidencia, una vez más, los resabios que Lavagna mantiene de 1973, cuando se desempeñaba como controlador de precios del ministro de Economía José Ber Gelbard [fue director de Precios y Política de Ingresos], postura ideológica que rechazamos».

En cambio, la medida fue respaldada por la industria frigorífica y los establecimientos de engorde de hacienda a corral. «La medida es excelente; hay que dejar de atender el quiosco y mirar el bosque, porque el peso de faena había que elevarlo frente a una mayor demanda», opinó el presidente de la Cámara de Engordadores de Hacienda, Miguel de Achával.

Por Franco Varise
De la Redacción de LA NACION

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